La inutilidad de decirle a alguien con filofobia o miedo a enamorarse, que vaya al psicólogo

Descubres que la persona con la que estás iniciando una relación, sufre de filofobia o miedo a enamorarse o comprometerse.

Miras muchos artículos por ahí, descubres que es un problema que puede convertirse en algo grave y acabar con las expectativas de tu relación definitivamente y decides que la mejor manera de ayudar a esa persona, es decirle (u obligarla como hacen algunos) que vaya al psicólogo o a algún profesional que la pueda ayudar.

O quizás has descubierto un curso que le podría venir muy bien para superar ese problema y decides mandárselo...¿verdad que si?

Pues te digo de antemano que te estás saltando un paso muy importante, que te hará descubrir el porqué hacer eso, puede ser una verdadera pérdida de tiempo.

Y no solo puede ser una inutilidad muy grande, sino que encima puede hacer que vuestra "relación", se vaya al traste.

¿Por qué?

Porque no sirve de nada obligar a que alguien vaya a un profesional, si realmente no acepta que tiene un problema.

Si no está identificado con ese problema, ¿de qué le va a servir la ayuda que le puedan brindar?

Por supuesto que si existe la posibilidad de ir a alguien experto que ayude en estos temas, el consejo principal es que se vaya, pero deben existir tres requisitos, para mi importantísimos para que sirva para algo el dar ese paso:

1.- Aceptar que se tiene un problema.

Si esa persona no acepta que tiene un problema y la gravedad de dicho problema, de nada sirve que se vaya a alguien a pedirle ayuda.

Veo muchas personas que te hacen pensar que son conscientes de que tienen un problema psicológico, pero en realidad son las circunstancias las que hacen que parezca eso. Puede que quiera apaciguar la situación, puede que no quiera romper contigo y para eso te dice que irá al psicólogo, puede que adopte la actitud de "venga si si,... " y luego no voy, etc... Depende de muchos factores. Lo que si es seguro es que si no acepta que tiene un problema, de nada sirve todo esto.

2.- Identificación profunda por querer abandonar la vida bajo ese problema.

Es decir, la persona necesita el deseo de querer cambiar, de querer dejar de sentirse como ha estado sintiéndose cuando tiene ese miedo y querer avanzar y mejorar. Salir de la situación en la que ha vivido y cambiar.

¿Sabes qué hay personas que en una noche son capaces de abrirse, llorar y mostrarte sus problemas y decirte que harán todo lo posible por solucionarlo y pedir ayuda y luego al día siguiente, al encontrarse un poco mejor, dejan de querer abandonar esa vida bajo ese problema?

Puede que una noche parezca que todo cambiará, y te das cuenta que ese cambio nunca llega.

Y eso es porque esa persona realmente no se atreve a abandonar la vida que tiene bajo ese estado mental.

3.- Gravedad de dicho problema.

La persona necesita entender que la filofobia es un problema grave, que provoca cambios importantes en tu vida, y que si no los tratas, tendrás problemas mayores en un futuro.

Eso de "ya el tiempo me hará sentir mejor " es una auténtica irresponsabilidad.

Si estos requisitos no se cumplen….¿de qué sirve mandar a esa persona a recibir ayuda?

Ayuda directa vs Ayuda indirecta

Un psicólogo o alguien experto en este tema, puede darte pautas directas a aplicar (también directamente), con esa persona para que mejore en su transtorno.

Pero tenemos que tener en cuenta que esa ayuda directa, requiere de la puesta en práctica por parte de la persona que tiene el problema.

¿De qué sirve decirle lo que tiene que hacer si luego no lo hace?

¿Crees que por hablarle de su problema y hacer que recapacite sobre ello va a cambiar?

La filofobia es un transtorno que hace que la persona tenga anclado en su mente un programa mental que le hace que sus expectativas y pensamientos tengan una influencia demasiado grande sobre la realidad que está viviendo.

Además de eso, le sumamos que la mayoría de personas con este problema tienen falta de autoestima, lo que lo hace un agravante mayor.

Por tanto, a no ser que la persona quiera ponerse manos a la obra, por mucho que le hables del tema, no conseguirás nada.

Sin embargo, si lo planteas de otra forma, la cosa cambia.

La ayuda indirecta se trata de hacerle ver a esa persona con miedo, de que la realidad que está viviendo no tiene absolutamente nada que ver con sus pensamientos.

Tenemos que tener en cuenta que cuando obligas a que una persona viva una realidad determinada, su mente emitirá pensamientos sobre dicha realidad y si esta ha sido positiva, pues emitirá emociones positivas.

¿Qué estarás haciendo? Estarás ayudando a una persona filofóbica a que las emociones que siente en la realidad, son más potentes que las que siente en sus pensamientos proyectados.

A parte de esto, irás controlando el que no se genere pensamientos que no son reales, que no tenga subidones ni tampoco bajones emocionales (típico en las personas con filofobia), que no haga cosas que no corresponden a la realidad que está viviendo, hacerla responsable de su propio bienestar, hacerla que vea que es capaz de controlar su realidad, y por consiguiente su autoestima aumentará, etc...

Este tipo de "ayuda indirecta", si que es algo increíble para que una persona con filofobia, empiece a abandonar sus miedos disfuncionales y la convierte en alguien "normal" con la que tener una posible relación de pareja.

¿Y tú...estás intentando tener una relación con alguien que tiene filofobia o miedo al compromiso y crees que la única opción es que vaya al psicólogo, aún cuando la persona parece que está dispuesta a ir?

Deja de pensar que porque alguien pise una consulta, sus problemas le serán resueltos...Deja de pensar que esto es cosa de fórmulas mágicas...Deja de pensar que por mucho que le digas a alguien que tiene un problema y le digas cómo debe superarlo, hará que todo cambie.

Si la persona con filofobia no quiere ayuda, no puedes darle una ayuda directa, pero si indirecta. En eso si que puedes ayudarla, y conseguir (si lo haces bien), que olvide sus miedos y viva la realidad de una forma correcta.