Pues siempre suele pasar, parece que todo va super bien, super fluido cuando de repente notas el silencio, los parones, el bajón, el enfriamiento en general.
Detectas cosas como:
- Ya no me escribe con la misma frecuencia
- Ya parece que no tiene tantas ganas de hablar
- Ya no es igual de cariñoso/a
- Parece que desde hace un tiempo las conversaciones son distintas y más rutinarias
- Ya no me escribe él/ella con tanta iniciativa
- Etc...etc... etc..
Cosas como estas y muchas más, pero siempre se nota como que es esa persona con miedo la que frena y detiene o enfría ese avance que parecía ser maravilloso.
¿Qué hago ante esas situaciones?
Pues en primer lugar ya has hecho mal, porque has dejado que la otra persona caiga en el bucle de siempre y es el principio del fin.
Lo que todos suelen hacer en esos momentos es insistir, transmitir a la otra parte de ese cambio y por tanto ya es como si la otra persona que tiene miedo consiguiera su objetivo, que es no solo detener algo que quizás ella misma ha iniciado, sino también que la otra persona lo vea y sea consciente de ello, para quedarse con la tranquilidad de que lleva el control y que ha parado.
¿Por qué las personas con filofobia o miedo al compromiso hacen esto?
Porque en algún momento detectan que no son capaces de materializarse ellos mismos en esa realidad que poco a poco (o muy rápido) han creado.
Es un problema de autoestima y de percepción de uno mismo, no de que les haya dejado de gustar la otra persona, sino que son ellos mismos los que no pueden o no se sienten cómodo con eso que con tantas ganas han creado y que parecía ir genial.
En este video te muestro qué hacer con más detalles qué hacer cuando tu pareja tiene miedo al compromiso y de repente todo cambia de la noche a la mañana.
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