El artículo de hoy aborda la compleja dinámica que surge al intentar establecer una conexión con una persona que padece de filofobia, es decir, un miedo patológico al compromiso y el apego emocional. Se explica que, a medida que la persona interesada se esfuerza por acercarse y demostrar sus sentimientos, la otra parte tiende a distanciarse cada vez más, como si huyera de la situación.
Esto se debe a que la persona con miedo al compromiso percibe la cercanía como una expectativa o una obligación que debe cumplir, lo cual le genera una sensación de presión y la necesidad imperiosa de escapar. Sienten que no podrán satisfacer las demandas de la otra persona, por lo que prefieren evitar el vínculo por completo.
La clave, es adoptar una estrategia diferente. En lugar de insistir y confrontar directamente, se sugiere dar un paso atrás y dejar en claro que no se le está exigiendo nada a la persona. Esto transmite un sentimiento de seguridad y valía personal, cualidades que suelen escasear en quienes padecen de este tipo de fobia.
Asimismo, se enfatiza la importancia de enfocarse en mejorar la propia autoestima y confianza, en lugar de intentar "arreglar" los problemas de la otra persona. Esto hace que la persona con miedo al compromiso se sienta más atraída, ya que percibe que no se le está pidiendo nada a cambio, sino que se le ofrece un vínculo seguro y saludable.
En resumen, los mejores pasos que puedes dar a modo resumen consisten en:
1) Dar espacio y dejar claro que no se le está imponiendo ninguna expectativa; (aplicar el punto cero..¡¡OJO, NO EL CONTACTO CERO, que es muy distinto!!)
2) Trabajar en la propia seguridad y valía personal;
3) Esperar pacientemente a que la persona con miedo al compromiso vaya entendiendo que ante ciertas situaciones, puede acercarse de forma sana y sin que sus proyecciones tengan que cumplirse, a fin de que entienda que puede llegar a perderte.
Aquí tienes una prueba de que cuando haces las cosas bien, el resultado se ve:
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