Hoy quiero traerte un post muy especial que refleja la forma como las demás personas pueden llegar a sobrellevar (y superar) ese miedo al amor. Un miedo a enamorarse que vuelve todo el camino sentimental de color gris y lleno de dudas hacia uno mismo.
Te traigo este post escrito por Diana Garcés, Sex Blogger y autora de "Hablando de Sexo". Diana refleja su propia experiencia sobre cómo superar este tipo de miedos emocionales y lo que tuvo que vivir para darse cuenta de ello.
Te aseguro que el artículo no tiene ningún desperdicio. Espero que te guste.
Yo también he sentido miedo al amor
Es
curioso que Antonio me pida opinión sobre este tema, justo cuando he conocido
hace poco a varias personas filofóbicas, lo que me ha hecho pensar en mi propio miedo a enamorarme.
Porque
sí, yo en mi juventud tenía mucho miedo al compromiso, a decir te quiero,
a enamorarme y que me rompieran el corazón, o más que eso, a que me hicieran
daño destrozando mi confianza.
Porque
resulta que cuando nos damos a otros compartimos sentimientos,
emociones, momentos y espacios y las mentiras forman parte de la
ecuación.
No
solamente las que decimos, sino las que callamos por miedo a hacer daño o
porque pensamos que si no se da cuenta, no dolerán y no sé tú pero a mí me
duele más una mentira que una infidelidad, por ejemplo.
En ese
entonces, y aún hoy en día, para ser honesta, me cuesta mucho creer en la
palabra de la gente, tiene que pasar algún tiempo, tengo que conocerla muy bien,
para empezar a creer y tal vez eso es lo que hace que me cueste expresar
sentimientos tan profundos como el amor.
En mi
juventud tuve muchas parejas y cuando empezaba a perfilar un sentimiento más
profundo que la amistad, el acompañamiento y la camaradería era la primera en
salir corriendo.
No me
duraba un novio más de 3 meses porque al primer "te quiero", yo no
quería estar ahí.
Me
aterraba cuando alguien manifestaba sentimientos como estos y dejé a más
de un chico viendo un chispero cuando decidía dejarlo de la peor forma, porque
no quería que me hiciera daño.
Eso
significa que durante mucho tiempo fui yo la que hice daño a otros, por mi
propio miedo. Por no asumir los sentimientos que iban despertando en mi otros.
Eso lo
sabrá muy bien mi pareja, con la cual tengo una relación de más de 17 años.
Él
sabe en carne propia lo que me costó reconocer que lo quería, aceptar que
compartía con él sentimientos y enfrentar el miedo a que me traicionara, me
hiciera daño y quedara de recoger con cucharita.
No te
diré mentiras, superar el miedo al amor no es sencillo y más cuando empezamos
una relación y el sexo entra a ser parte de las preocupaciones que tienes.
Y es
justamente cuando el sexo hace su aparición que muchas personas huyen de la
relación, porque ahí ya hay una mezcla más fuerte de sentimientos y emociones.
Pasas a ser más vulnerable y en ese estado es donde nadie quiere realmente
estar.
Pero a
todas estas ¿Cómo se supera el miedo al amor? ¿Cómo es posible que lleve más de
17 años con la misma persona cuando a los 20 le huía al tema del
compromiso?
Esa es
la pregunta clave, ¿cómo una persona que le tenía miedo a entregarse, a
confiar, a amar, tenga una relación tan larga con la misma persona viviendo y
trabajando bajo el mismo techo y compartiendo pasiones y aventuras?
El
camino ha sido difícil, me ha tocado perderme muchas veces, no solamente
hablando de caminos físicos sino emocionales.
Hubo
un tiempo en que me perdí en él.
Cuando
recién me di cuenta que estaba enamorada hice algo que hoy en día no haría por
nadie, y es dejar de lado una gran parte de mi ser para estar
bien con él.
Durante
mucho tiempo dejé de ser yo misma y de tomarme la vida como yo
quería, porque lo que más deseaba era encajar, quería ser lo que él
necesitara, y salió muy bien, el primer año.
Sin
embargo, todo cambió cuando él se fue una temporada fuera del país y yo me
quedé sola.
Ahí
toqué fondo y me di cuenta que amaba con apego, con dependencia. No era yo
misma sin él y eso no era posible porque yo era genial y brillante, pero sin él
tenía un velo de tristeza y pesimismo que nunca había sido parte de mi vida.
Fue
unos meses muy duros, de muchas lágrimas, de darme cuenta que había perdido mi
identidad por estar con alguien que sí, me quería y yo quería mucho,
pero había dado algo más valioso que mi corazón y eso no podía seguir
siendo así.
Por lo
cual me llené de valor y me arme nuevamente. No me alejé de mis sentimientos,
no lo saqué de mi vida huyendo de lo que él provocaba en mí. Simplemente, volví a ser yo o al menos lo que quería en ese momento de mi vida y desde entonces
soy fiel a mi, antes que a él.
Y lo
sé, no siempre es fácil, muchas veces siento que me pierdo en las emociones,
pero luego me analizo y descubro que sigo siendo yo misma, que sigo fiel a mi
camino, a lo que yo quiero por encima de todo, de todos y de la persona que
amo.
Porque
sí, he dejado el miedo al amor a un lado, al menos con esta persona con la que
llevo tantos años.
El
asunto es que ese miedo no se va a ir del todo, seguirá presente y saldrá a
jugar en cualquier momento.
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Pero
lo bueno es que he aprendido que el amor principal es el que siento hacia
mi misma. Ese amor es un amor incondicional, que me permite a la final darme
libremente y sin expectativas a otra persona.
Él no
tiene la presión de hacerme feliz, de ser algo que no puede ser por mí y yo
tampoco tengo esa carga, porque he elegido que el primer amor en mi vida y el
más importante es el que siento hacia mi misma.
Y
nadie debería tener miedo a estar enamorada de si misma.
Llegar
a este punto me ha costado, no te diré mentiras, esa parte de aceptación, amor
incondicional, perdón y gratitud hacia mí ha tenido su proceso, ha sido un
camino lleno de curvas, de cuestas y de muchos baches, pero ha sido un camino que
he recorrido encantada porque me ha llevado a aceptar que soy especial, que soy
maravillosa y que lo que entrego vale mucho la pena.
Así
que no tengas miedo a amarte, no tengas miedo a compartir tus sentimientos, tu
cuerpo a través del sexo, siempre que seas fiel a ti misma las cosas saldrán
bien y podrás disfrutar del camino y de los aprendizajes que la vida tiene para
darte.
El
amor es un sentimiento poderoso que como construye también destruye, así que
elige muy bien si reprimir o sentir, porque a veces nos hacemos más daño cuando
huimos que al enfrentarnos a aquello que nos aterra.
Como ves, hay muchas personas que al igual que tú, han pasado por momentos en sus vidas en las que han experimentado el miedo a enamorarse. Y tú....¿cómo lo has sobrellevado?
DIANA GARCÉS
DIANA GARCÉS
Creo que debido al miedo de herir a otras personas fue que en mi juventud no quería compromisos, siempre he pensado que el que se enamora pierde, por eso es mejor dejarse querer sin comprometerse demasiados, pues al final el amor hace sufrir, aunque es inevitable en algún momento sucumbir a su embrujo.
ResponderEliminarNo es bueno por miedo dejar de sentir mariposas en la panza, así luego salgan volando y no regresen.
Pero si nos queremos a nosotras mismas el trancazo es menos doloroso.
Hola Amparo:
EliminarEl problema de todo sale cuando se relaciona el amor con el "daño". Eso hace que se perciba como una amenaza y por tanto aparece el miedo.
Sin embargo, el amor no es algo que esté diseñado para provocar miedo. ¿Sabes quien es el que provoca ese tipo de temores? Nosotros mismos y nuestros prejuicios, sumados a que no somos capaces de abandonar nuestro pasado y centrarnos en el presente.
Siempre apostamos porque lo que vivimos en el pasado tendrá que repetirse en el presente, y eso es así por culpa nuestra y de nuestro programa mental.
Yo pasé por una etapa de mi vida en la que no me importaba que me hicieran daño, porque lo único que quería era disfrutar del amor.
Un abrazo y gracias por tu aportación.
No todo en la vida ocurre para hacernos daño, no pienso que el amor sea algo malo, desde luego da un poco de miedo (a veces) sentirlo porque es un sentimiento que nos hace ser vulnerables de alguna manera y nadie quiere serlo realmente, porque estar a merced de otro puede ser duro, pero vale la pena.
EliminarLa otra vez escuché que alguien decía: refiriéndose al amor: "yo te amo, te entrego mi amor y lo que pase ahora dependerá no solamente de mi, sino de los dos".
Dejar de amar por miedo es una gran pérdida y una pena realmente, porque el amor puede salvarnos, puede darnos mucho más si realmente dejamos que entre a nuestra vida, no como un enemigo, sino como un aliado, algo que nos hará ser mejores a cada momento y por lo cual vale la pena luchar :)
Antonio, muchas gracias por la invitación a participar en tu blog. La verdad recordar y compartir primeras experiencias y esos momentos donde uno es tan vulnerable vienen bien para que todos recordemos que somos supervivientes, que hemos pasado cosas malas, pero eso nos ha hecho crecer, aprender y nos ayuda a ser mejores hoy y tener la clase de relación que realmente queremos. Avanzar, porque a la final es eso lo que todos queremos, buscamos y necesitamos :)
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias a ti Diana. Tienes razón, y los momentos débiles es bueno siempre reaccionar y darse cuenta de que uno tiene que adaptarse y hacer de esos problemas, el arma para crecer.
EliminarUn abrazo.