En este artículo vamos a hablar la situación paradójica que se da en las relaciones con personas que tienen miedo al compromiso, apego evitativo u otros problemas similares. Estas personas suelen decir que no están preparadas para una relación de pareja, pero tampoco quieren ser amigos. Esto genera una especie de egoísmo y contradicción en su comportamiento y también que podamos pensar que están jugando con nosotros. ¿Qué hacemos en ese tipo de situaciones?
Lo más importante es no caer en la inercia que marca esta persona y no aceptar la opción de "ser amigos", ya que en realidad esto es una excusa para que todo siga igual, pero evitando por parte de esa persona el pensamiento de que eso significa algo más. En su lugar te recomiendo cuestionar esta situación y dejar claro que la decisión de ser amigos o no depende de la otra parte, ni de los miedos y carencias de la otra persona, sino que es una decisión tuya y dependerá de ti.
Además es importante no aceptar soluciones intermedias como "amigos con derechos", ya que esto solo reforzaría los problemas de la otra persona. En su lugar, se debe mantener una actitud asertiva, sin juicios ni emociones, para hacer entender a la persona que sus contradicciones tienen un fundamento en su propia reacción y en lo que se le permite.
Si se hace bien este trabajo, la persona puede llegar a comprender la situación y hacer el esfuerzo por desarrollar una amistad sana, lo cual a su vez puede ayudar a mejorar la relación a largo plazo.
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